Este es el speech que me encuentro repitiendo a mis clientes una y otra vez: “A estas alturas del siglo XXI, cada empresa o profesional especializado que se respete se beneficia generando contenido en un blog. En una era de código Open Source e Instagram, se espera que las compañías y expertos compartan sus conocimientos”.
Antes, la cosa era “cada maestro con su librito” y secretos profesionales. Ahora, en esta era de la información, casi que se espera que organizaciones o profesionales que deseen proyectarse positivamente en público compartan de manera sencilla e informativa la forma como trabajan o hacen lo que hacen. En cuestiones de mercadeo y publicidad, estas acciones reflejadas en redes sociales y contenidos de blogs representan un esfuerzo importante para la promoción de una marca, más allá de la publicidad pagada tradicional en medios establecidos de radio, prensa o televisión.
Si no estás online o en redes no existes, así de sencillo. Y si has de existir, la idea es que compartas tu conocimiento. Esto tiene un doble propósito: por un lado, considerando los SEO y keywords de AdWords, siempre ayuda que tu nombre o el de tu marca esté circulando en redes conectado a información que vende o promueve tu producto o servicio. Por otro lado, si yo soy un potencial cliente o parte de tu público objetivo y me pongo a buscar en Google sobre lo que sea que tu empresa haga porque me interesa, y encuentro una información de utilidad que tu publicaste en un post de blog o de redes, ya te tendré en mi mente como un experto en su materia que además está al día con el mundo porque existe online. Esto representa un factor diferenciador o una ventaja competitiva.
¿Y qué contenido publicar? ¿Y en dónde? Eso ya depende de lo que sea que hagas. Tu página web es tu nave madre, tu tarjeta de presentación, tu flagship store, y ahí se debe conectar todo lo que comuniques, especialmente el blog. En lo que a redes se refiere, pues cada una tiene lo suyo y se eligen según la conveniencia. LinkedIn es formal y para profesionales, más seria que otras; Twitter es dinámica y activa, aunque a veces puede ser conflictiva y absorbente; Facebook permite un contenido más amplio con fotos y texto o páginas de fans, pero su público es cada vez mayor. TikTok e Instagram son los reyes del momento, pero ellos carecen de profundidad cuando quieres vender un producto o servicio, y su público predominantemente joven pude ser un reto de abordar, sobre todo para empresas o profesionales muy chapados a la antigua.
Organizar y estructurar tus potenciales contenidos es una tarea que se beneficia con ayuda de una segunda o tercera persona, de preferencia alguien con experiencia en edición, periodismo o de community manager. A veces se siente que se tiene mucho que decir, y la idea es dosificar el contenido, no quemar todas tus balas de una vez, pensando en alargar y exponenciar la información para siempre tener algo interesante e innovador que compartir sin ser repetitivo.
Y tú, ¿qué piensas publicar hoy?
Raúl Altamar Arias
altamarescribe.com
@altamarescribe